Un lunes sempiterno

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Era la 1:47, aún estaba en clases y todo el mundo sonreía, levantaba la mano y preguntaba. Después de unos minutos oí que caían unas pocas gotas de lluvia y me pregunté: ¿será que sólo soy yo quien las escucha?

sinrazón

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Ayer te ví, y vos también me viste, y sin embargo ninguno de los dos nos vimos. Mi mirada se posó sobre la tuya y la tuya inquieta buscó escaparse mirando a otro lugar. Sonrio y ese dulce de tus ojos me devuelve algo que hace mucho se me perdió. Y me pregunto si fue sólo coincidencia, suerte, destino o sencillamente pasó; y sea lo que sea, el encuentro que mis ojos tuvieron con los tuyos, me lleva a mirar el cielo y agradecer.

Hoy no quiero nada

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No pido nada y no quiero nada tampoco, me basta con las flores que arranqué camino acá

bla bla bla

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Que difícil me parece emprender cosas cuando me siento ajeno a mí, y fue sólo ayer cuando decidí retomar algo que hoy me llenó de despecho y desilusión.
Me parece que no es suficiente con querer hacer, y no logro descubrir por dónde se debe empezar. Veo gente y me pregunto si se a dónde quiero ir, pues días como estos son los que me atrapo con mil líos en la cabeza y caigo en el mismo juego de nunca acabar.
Y sí, confiezo que hoy estoy más jodido que un día de esos como ayer, que llueva o salga el sol, hoy para mí no tomará color

otra de esas novedades

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Por un momento creí que hoy iba a ser tan diferente a esos días en los que sólo pienso en botar la toalla, y pensé que me sentiría apto para hacer cosas que antes me daban miedo.
Me he sentido fuerte, dispuesto, pero tan sólo fue un momento, que creí que duraría un poco más; y terminó cuando caí en cuenta que me he mentido a mi mismo creyendo que hoy sería diferente.