sinrazón

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Ayer te ví, y vos también me viste, y sin embargo ninguno de los dos nos vimos. Mi mirada se posó sobre la tuya y la tuya inquieta buscó escaparse mirando a otro lugar. Sonrio y ese dulce de tus ojos me devuelve algo que hace mucho se me perdió. Y me pregunto si fue sólo coincidencia, suerte, destino o sencillamente pasó; y sea lo que sea, el encuentro que mis ojos tuvieron con los tuyos, me lleva a mirar el cielo y agradecer.

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