¿y?

|
Es domingo, poco a poco va anocheciendo y este deseo incontenible de escribir me envuelve otra vez:
He viajado por horas, y sin necesidad de moverme o caminar llegué; he sentido cosas, que me llevan a pensar un poco más allá y a imaginar un ¿qué hubiera sido si...?
Mientras más miro alrederor, me doy cuenta que más vacío me siento; es como si quisiera librarme de un sentimiento que ya me pertenece.
Las cosas cambian, las personas y el clima también, y sin embargo todo sigue igual. Nadie se atreve a mirar, todos prefieren ver, "hemos empezado a pensar, pero hemos dejado de sentir".

Un lunes sempiterno

|
Era la 1:47, aún estaba en clases y todo el mundo sonreía, levantaba la mano y preguntaba. Después de unos minutos oí que caían unas pocas gotas de lluvia y me pregunté: ¿será que sólo soy yo quien las escucha?

sinrazón

|
Ayer te ví, y vos también me viste, y sin embargo ninguno de los dos nos vimos. Mi mirada se posó sobre la tuya y la tuya inquieta buscó escaparse mirando a otro lugar. Sonrio y ese dulce de tus ojos me devuelve algo que hace mucho se me perdió. Y me pregunto si fue sólo coincidencia, suerte, destino o sencillamente pasó; y sea lo que sea, el encuentro que mis ojos tuvieron con los tuyos, me lleva a mirar el cielo y agradecer.

Hoy no quiero nada

|
No pido nada y no quiero nada tampoco, me basta con las flores que arranqué camino acá

bla bla bla

|
Que difícil me parece emprender cosas cuando me siento ajeno a mí, y fue sólo ayer cuando decidí retomar algo que hoy me llenó de despecho y desilusión.
Me parece que no es suficiente con querer hacer, y no logro descubrir por dónde se debe empezar. Veo gente y me pregunto si se a dónde quiero ir, pues días como estos son los que me atrapo con mil líos en la cabeza y caigo en el mismo juego de nunca acabar.
Y sí, confiezo que hoy estoy más jodido que un día de esos como ayer, que llueva o salga el sol, hoy para mí no tomará color

otra de esas novedades

|
Por un momento creí que hoy iba a ser tan diferente a esos días en los que sólo pienso en botar la toalla, y pensé que me sentiría apto para hacer cosas que antes me daban miedo.
Me he sentido fuerte, dispuesto, pero tan sólo fue un momento, que creí que duraría un poco más; y terminó cuando caí en cuenta que me he mentido a mi mismo creyendo que hoy sería diferente.
|
Creo que la parte más difícil de escribir, para mí, es el comienzo; siempre me estanco pensando en cómo puedo empezar a decir lo que hoy tengo para hacerlo. Y después de romper y tachar unas cuantas frases vuelvo siempre al mismo lugar: a un no-escribir continuo.
Quise saber el por qué de mi insistencia, yo mismo me doy cuenta que hay ratos en los que no funciona el decirte algo y lo hago por... quizás por costumbre.
La cosa es que siempre que escribo termino por acordarme de ti, termino escribiéndote, terminas poseyéndome y robándote la última palabra de cada línea que escribo.
Hay ratos, en que es tan grande el motivo para dedicarte otra de estas cartas, que me llevas a pensar que no soy yo quien escribe, y esque me envuelves, me quitas lo que en realidad te pertenece y creo quererte un poco más.
Te has vuelto pieza fundamental en mi juego, la más importante razón para creer que puedo tenerte y que te pertenezco ni como a mi mismo. Pero hoy sólo pienso en arrancarte la piel, en borrar esta noche en la que se que volverás. Hoy no quiero recordar tu nombre, es un día en el que me produces las más grande desilución, y olvidarte no sería suficiente esta vez.
Quisiera poder avisarte que hoy no estoy para vos, que mis manos se cansaron de escribirte, hoy termino por botarte como se bota algo que no quieres volver a ver; y si pudiera olvidaría hasta los mejores recuerdos que tengo de ti.
Mañana volverás, me querrás, y te querré sabiendo que tu eres mi única y yo sólo soy uno más.
Tu presencia me impulsa a escribir tu nombre: soledad.

4

|
Me preguntaba ¿cúantas veces más querrás que te busque? ¿creerás que aún te espero?
Me niego, creo que puedo hacerlo porque ya no queda nada vivo en mí.
Pensé que llegaría un rato que pudieras decir tal vez, y hubiera bastado para quedarme, pero no; me he vuelto a ensuciar de vos, y a creerme que es peor que creerte, he vuelto a ningún lado, porque siempre llego allá cuando olvido que no existes; si lo hicieras me hubieras dicho que me vaya, y que te vuelva a buscar. Pero lo único que he podido escucharte decir es que has tachado un ayer que nunca pensaste que pudiera llegar, y me creí, otra vez, que te perdiste al escucharme, que te olvidaste de mi, porque un tercero llegó.
Sólo me envolveré en dos lunas, y pensaré en no buscarte y quizás lo haga, pero se que ya no será de la misma forma como antes, pues pasaste de importarme a recordarte; hoy te escribo y me suelto de vos, y no volveré a preguntarme si querrás que aún te busque.

Otro vuelo 33

|
Continúo esperando en mi foley room, y no logro percibir, esta vez, quién golpea detrás de mi.
Pasa una vida, quizás dos, y sus sonidos me revuelcan en el mismo tal vez de ayer. Manten tu disctancia y a la cuenta de tres empieza a disparar, me he secado, dice, y no hay nada para tomar; no me gusta ver, prefiero escuchar, le digo, y me responde con gotas fuera de lo normal.
¿Quién anda ahí? alguien ha vuelto a golpear y has callado por miedo a que te escuchen, pues yo también he hecho lo mismo y no funciona así.
¡Deja de gritar!, ¡Deja de escucharme!, ¡Deja de latir!
Otra vez me dejo, y acelero; siento que hayas tenido que irte, no habrá otro vuelo por mucho tiempo. Siento que no te hayas ido, no habrá despegue esta vez, has perdido el avión.
¿Escuchas? ya no están aquí, ni vos, ni el, ni yo.

3

|
Escurro arena de mi ropa y mi voz no quiere que te diga que no me interesa saber si el castillo que creaste para mi fue de papel o de esa arena que riego alrededor. Consumiendo días me he pasado y vos escupes mi nombre, te paras sobre mi piel y olvidas que ya has has muerto.
Por poco y no te veo pasar frente a mi, me trago, me envuelvo y oscurece una vez más. He regado letras, y se que nadie volverá a recogerlas por dos días más.
Me gusta olvidarte y odiarte, un poco más que más; pero se que mañana volveré a buscarte y lo único que harás es escupir mi nombre y olvidarte de que los dos ya hemos muerto.

2

|
Hoy abrí la puerta, cerré las ventanas y puse música. Hoy abrí la puerta de un lugar que por un momento se me hizo extraño y enmudecí al darme cuenta que viendo bien, todo es raro para mi.
Apagué la música, abrí las ventanas y oí llover, y por dos segundos creí que nada estaba ahí; pensé que eran mis ojos los que me mentían y en verdad fui yo quién se engañó creyendo conocer lugares inhabitables, pensando que yo era parte de todo, cuando en realidad nada forma parte de mi. No es que quiera mentir, es que sencillamente no me creo, no me encuentro, no me busco, no me pido, no me espero, hoy sobre todo no te espero.
Voy al baño y me reconozco frente al espejo, me mojo la cara creyendo que así saldré de este viaje hacia ningún lado, pero como me esperaba, no sucede nada. Me pregunto ¿cómo fue que llegué aquí? y no hay nadie que me pueda decir dónde estoy. Camino entre en pasillo, que creí reconocer, lo he visto en un sueño, eso es, o quizás este es ese sueño y yo una marioneta de mi imaginación. De pronto veo en una sala una foto mía, con gente que nunca en mi vida he visto y la piel se me estremece, vuelvo a enmudecer, en un lugar donde el silencio estorba, grito y vuelvo a callar.
Desaparezco y resulta que aún estoy, cuando menos me lo espero me meto en el vacío y vulevo a respirar, camino por en medio de un lugar en el que nunca he estado antes y veo mi mochila, mi música, mi vida. Escucho llover y las goteras están donde debieran estar y tres veces más tarde los dos segundos que se me fueron parecen regresar.
Dos salas, un pasillo que da a otra puerta y de pronto...
Hoy abrí la puerta, cerré las ventanas y puse música, que bien, ¡al fin en casa!

1

|
Después de mucho, fue un día como aquellos en los que busco algo sin saber qué es. Y me puse a pensar en que tal vez eso, que por tanto tiempo he buscado, sencillamente no existe; y por alguna extraña razón siempre termino preguntándome ¿por qué?.
¿Qué es lo que tienen esas cosas que nos permiten verlas? y entonces aquellas que no se ven ¿existen?. Pues de tanto no verlas he llegado a creer que no existían y algunas hasta me he olvidado que estaban ahí, de tanto que no las sentía.
Entonces quisiera creer que cerrando los ojos deja de haber todo lo que está a mi alrededor, olvidarme de aquello que he buscado y saber que nunca estuvo en mi el buscarlo.
Hoy, depués de mucho, fue un día de esos... ahora cierro los ojos y este día deja de existir para mí....