Me preguntaba ¿cúantas veces más querrás que te busque? ¿creerás que aún te espero?
Me niego, creo que puedo hacerlo porque ya no queda nada vivo en mí.
Pensé que llegaría un rato que pudieras decir tal vez, y hubiera bastado para quedarme, pero no; me he vuelto a ensuciar de vos, y a creerme que es peor que creerte, he vuelto a ningún lado, porque siempre llego allá cuando olvido que no existes; si lo hicieras me hubieras dicho que me vaya, y que te vuelva a buscar. Pero lo único que he podido escucharte decir es que has tachado un ayer que nunca pensaste que pudiera llegar, y me creí, otra vez, que te perdiste al escucharme, que te olvidaste de mi, porque un tercero llegó.
Sólo me envolveré en dos lunas, y pensaré en no buscarte y quizás lo haga, pero se que ya no será de la misma forma como antes, pues pasaste de importarme a recordarte; hoy te escribo y me suelto de vos, y no volveré a preguntarme si querrás que aún te busque.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario